¿Cómo pueden las empresas beneficiarse de la reducción de carbono?

20436190 - coal plant at night

La reducción de las emisiones de carbono es vital si queremos frenar el calentamiento global causado por las actividades humanas. Con demasiada frecuencia, sin embargo, la sociedad y las empresas ven este esfuerzo como un conjunto más de las regulaciones a las cuales tienen que someterse. Bernard J. David, Presidente y consejero delegado de CO2 Sciences, y también fundador de la Iniciativa Global CO2, cree que si las empresas saben cómo sacar provecho del dióxido de carbono y volver a utilizarlo, será mayor el número de personas interesadas en participar en este proceso. David habló sobre sus ideas en el programa de Knowledge@Wharton, canal 111 de Radio SiriusXM.

A continuación, la versión editada de la entrevista.

Knowledge@Wharton: En el Foro Económico Mundial de Davos, este año, se puso en marcha la Iniciativa Global CO2. ¿La idea fue suya? ¿Qué le inspiró?

Bernard J. David: Sí, así es. Yo estaba en Caltech hace unos tres años […] y vi que habíamos llegado a 400 partes por millón de CO2 en la atmósfera. Entonces me di cuenta de que era un reto muy grande y que la preocupación era general. Fue entonces cuando pensé: “Espera un momento: ¿no es posible tomar el CO2 y hacer algo con él?” Ahí empezó todo.

Knowledge@Wharton: ¿Cómo convertir el CO2 de la atmósfera en productos? ¿Podría explicarlo un poco?

David: En realidad, hay cinco fuentes de CO2 que se pueden utilizar para la fabricación de productos. En primer lugar, el CO2 se extrae del suelo y se utiliza en el proceso de “recuperación avanzada de petróleo” para extraer un mayor volumen de petróleo de los pozos. De hecho, es el resultado de fuentes industriales. Por lo tanto, cuando se produce, hay una corriente muy pura de CO2 que es una segunda fuente que se utiliza también en la fabricación de productos. Una tercera fuente es el carbón, que, antes de ser quemado, pasa a través de un proceso de extracción de carbono, evitando así la producción de CO2. Este carbono puede ser utilizado en la producción de combustible, entre otras cosas.

También puede extraerse en una planta termoeléctrica de carbón en el momento que se escapa a la atmósfera, que es realmente un buen lugar para hacerlo, ya que es altamente energético. Uno puede capturar el CO2 y utilizarlo allí. También se puede coger en el aire, donde hay 400 partes por millón. El reto de cada una de estas cinco estrategias es el coste.

La extracción menos cara se obtiene del suelo; a continuación, la que se realiza en el complejo industrial y, por último, la extracción hecha directamente a partir del aire. Hoy en día, cuesta entre $ 600 y $ 1000 hacerlo, ya que se parece mucho a tratar de encontrar una aguja en un pajar. Son 400 partes por millón.

Knowledge@Wharton: Después de que el carbono se elimina de la atmósfera y se convierte en productos, ¿de qué tamaño de mercado de captura de carbono y de utilización en productos estamos hablando? ¿Cuál es la oportunidad de negocio en este caso?

David: Es una buena pregunta, y de hecho, yo sólo lo hice después de tener la idea debido a que estaba preocupado por la posibilidad técnica de su aplicación, más adelante podemos hablar de ello. En aquella época, por tanto, yo también estaba preocupado por el tamaño del mercado. Luego pedimos a McKinsey & Co. que hiciera una evaluación de los mercados globales. ¿Cómo se puede utilizar de hecho el CO2? ¿Qué tipos de productos se pueden crear con el? ¿De qué tamaño son estos mercados? ¿Qué tan grande es la competencia? Etcétera. Nos pareció que era posible hacer 25 productos a partir del CO2. La proyección para el 2030 es un mercado anual en el rango de entre $ 800.000 millones y US $ 1.100 millones. Así que es un negocio muy grande.

Knowledge@Wharton: ¡Por supuesto! Volviendo al punto mencionado anteriormente sobre la extracción de carbono a través de diferentes procesos, ¿cuál será su estrategia, su área de prioridad? Me imagino que no se está dando prioridad al aire en primer lugar.

David: Así es. Estamos construyendo un ecosistema completo, porque sabemos que tal cosa no existe todavía. Para nosotros, una solución que sea completa es absolutamente esencial, lo que significa que vamos a tratar de conseguir fondos para la investigación y el desarrollo en todo el mundo, junto con las personas que tienen nuevas ideas para la captura y el procesamiento del CO2. A continuación, nos vamos a centrar en el aspecto de comercialización: ¿cómo vender estas cosas? Esto es porque, al final, las soluciones precisan de escala, de modo que haya ingresos y también sean significativas para el clima. En otras palabras, esto significa que es importante que capturemos un volumen suficiente de CO2 de la atmósfera.

Knowledge@Wharton: Usted mencionó los proyectos de investigación. Vi en su página web que hay un plan para invertir cerca de $ 100 millones al año en investigación. ¿Cómo sería este proceso y en qué etapa se encuentra hoy?

David: En la actualidad, existen compromisos en este sentido que exceden los $ 50 millones. Nuestro objetivo, con toda honestidad, es reunir la mayor cantidad posible del capital […] para que podamos financiar un mayor volumen de investigación y desarrollo. Tenemos una meta de $ 100 millones al año durante diez años, lo que es US $ 1.000 millones. Nos gustaría tener $ 2.000 millones, $ 3.000 millones, o más que eso, ya que cuanto más tenemos, más podemos financiarnos desde el punto de vista de la investigación y el desarrollo. Para que se hagan una idea de cómo va a funcionar: usted, por ejemplo, nos puede presentar una idea que será analizada desde un punto de vista técnico. ¿Cómo funciona? ¿Viola alguna ley termodinámica?

La idea será analizada por un grupo de científicos respetados. Si pasa la prueba, entonces viene la pregunta: “¿De qué tamaño es su mercado?” Si examinamos el mercado del agua con gas —digamos que esta es la aplicación que tiene en mente— veremos que se trata de un mercado muy pequeño. Por lo tanto, incluso si la aplicación que tiene en mente funciona, si fuera pequeña, ella no encajará necesariamente en un segmento climatológico importante.

Así que vamos a darle un valor, por ejemplo, hipotéticamente, de $ 250.000. Usted comienza a trabajar en su invento, con nuestra ayuda, desde el principio hasta el prototipo de banco de pruebas, fase piloto, hasta, con suerte, la comercialización a gran escala. A lo largo de este proceso, vamos a traer a otros para que participen con nosotros, como las grandes empresas, para observar de manera efectiva lo que está sucediendo. Esto porque puede ser que tenga sentido para ellos licenciar sus tecnologías.

A continuación, puede lanzarlo al mercado de esta manera, o se puede hacer una startup independiente [sin socios]. Tampoco somos reacios —por el contrario— a la financiación de cosas comercialmente viables hoy en día. Ya hemos mencionado varios ejemplos. Hay cosas que podemos poner en el mercado hoy que pueden realmente hacer una diferencia.

Knowledge@Wharton: ¿Qué ejemplos daría?

David: Mi ejemplo favorito es el cemento. Hoy en día, la producción de cemento representa el 7% del total de emisiones de CO2, lo que es un porcentaje muy grande. Hay ahora un procedimiento que nos permite utilizar el CO2 para crear un cemento a base de carbonato de calcio, lo que es estructuralmente tan perfecto como cualquier otro tipo de cemento fabricado. Tiene paridad de precio y funciona. Es, de hecho, comercialmente viable y su nivel de emisión es un 70% menor que el encontrado en el proceso de cemento tradicional.

Si podemos reducir estos 7% en un 70% simplemente distribuyéndolo en todo el mundo, las emisiones globales de CO2 podrían reducirse en un 5% en la actualidad.

Knowledge@Wharton: Si sumamos todos los diferentes pasos que pretende dar, ¿qué impacto global se espera sobre el medio ambiente y sobre las emisiones de CO2?

David: En la actualidad, las emisiones de CO2 son alrededor de 37 gigatoneladas por año, o, en otras palabras, alrededor de 1.200 millones camiones de basura.

Knowledge@Wharton: Eso es un montón de basura.

David: Sí, y permanece en la atmósfera durante cientos de años. Así que estamos tratando de capturar tanto como podamos, pero nuestro objetivo es el 10% de las emisiones globales anuales, que esperamos se mantenga por encima de 4 giga toneladas por año.

Knowledge@Wharton: Usted ha dicho que hasta la fecha ya cuenta con $ 50 millones en compromisos de financiación. ¿De dónde viene este capital y cuáles son sus incentivos?

David: Esa es una buena pregunta. Creo que es algo que atrae a todo el mundo, ya sea sólo un individuo, una fundación, una empresa, un Gobierno, creo que es atractivo, y parece ser exactamente el caso. Hemos recibido financiación de todas las fuentes que he mencionado.

Knowledge@Wharton: Cuando habla con potenciales financiadores, ¿cuáles son los principales riesgos que identifica en el programa?

David: Yo prefiero poner las cosas en los siguientes términos: “¿Cómo pagamos el dióxido de carbono y lo transformamos de pasivo en activo?”

El riesgo aquí consisten en no hacer las cosas. Estamos lidiando, a largo plazo, no sólo con la salud del planeta, sino con todas las especies que viven en él. Esta es la perspectiva climática de las cosas. ¿Existe el riesgo de que algunas de estas cosas no funcionen? Claro que sí. Lo sabemos, pero aún así tenemos que intentarlo. Como le gusta decir a Vinod Khosla, fundador de Microsystems: “Hay que disparar muchas veces hacia la meta”. Llegamos a la conclusión de que la investigación y el desarrollo eran críticos, sobre todo si nos fijamos en los compromisos sobre el cambio climático realizados en París, cuyo objetivo era alcanzar los 2 grados o 1,5 grados en el mundo. En cuanto a las INDCs [contribuciones nacionales requeridas en virtud de las determinadas propuestas], según lo acordado por los países, veríamos que llegamos a 3,5 grados en el mundo. Así que hay una brecha de 3,5 a 2 grados. Nosotros, a través de nuestros estudios, mostramos que podemos capturar una cantidad suficiente de CO2 para llenar aproximadamente el 20% de la brecha.

Por lo tanto, creemos que es muy valioso.

Knowledge@Wharton: ¿Hay muchos países y empresas interesados?

David: Sí. Hay algunos países ilustrados. Ellos saben que hay una laguna y que tenemos que encontrar todas las soluciones posibles para tratar con ella. Somos firmes defensores de la estrategia del tipo “todas las alternativas sobre la mesa” en el caso del clima, pero somos firmes defensores de soluciones sostenibles. Soy un hombre de negocios, por supuesto, estudié en Wharton. Creo que las soluciones más sostenibles son aquellas que, en una sociedad capitalista, crean valor económico. Eso es en lo que nos esforzamos.

Knowledge@Wharton: ¿Cuál ha sido su mayor reto hasta el momento y de qué manera lidió con él?

David: Esto es realmente una cuestión de conocimiento, y también de concienciación. Hay tanta complejidad en el mundo actual. Estamos tratando de comunicar no sólo el sentido de urgencia y necesidad, lo que en sí mismo es un aspecto educativo, sino también el hecho de que este es uno de los pilares básicos para la solución de los problemas climáticos. El acuerdo al que llegaron todos en París fue fabuloso. De forma reciente, tuvo lugar en Nueva York, la firma formal del acuerdo, que fue fantástico. Ahora, la gente se pregunta: “¿Qué hacer?”

Hemos actuado para hacer realmente una diferencia […] De repente nos ayudaron con el acuerdo del clima de París, porque no hubo el mismo reconocimiento de forma anterior. Sin embargo, lo que ocurrió aumentó el interés y, para ser honesto, también el número de compromisos que hemos recibido. Estamos rodeados de un gran interés, lo cual es bueno.

Knowledge@Wharton: ¿Cómo cree que será el escenario en cinco años?

David: Tenemos una aspiración: que el ecosistema esté en funcionamiento en todo el mundo sin excepción. Todos se consideran inventores: los alumnos de secundaria, estudiantes, investigadores, laboratorios, las personas que hacen las cosas en su garaje también pueden trabajar para encontrar soluciones, porque saben que capturar el CO2 y utilizarlo como un activo para producir algo es beneficioso. Esperamos que esto estimule el tipo de interés y la emoción que genera esperanza. Me di cuenta después de 16 años trabajando en el tema de la sostenibilidad de que hay muchas personas sin esperanza. Ellos piensan, “¿Qué puedo hacer realmente?”

Esto es una cosa que la gente puede hacer, por lo tanto, es algo que entusiasma. Mi esperanza es que tengamos laboratorios de todo el mundo trabajando en eso. Al mismo tiempo, esperamos que exista una comercialización a gran escala, lo que, por supuesto, sucederá tanto a través de la entrada en el mercado sin socios, como también mediante la adopción de una tecnología que resulte de la investigación y el desarrollo y tenga una amplia escala de aplicaciones.

Vemos la reducción de emisiones a través de otros vehículos, por ejemplo, por medio de fuentes de energía limpia, pero estamos también capturando y, por tanto, reduciendo el CO2 en la atmósfera de forma permanente a través de productos. Así que si nos movemos hacia adelante, y llegamos al menos a la mitad de ese objetivo del 10% de utilización del CO2, y si hacemos cientos de miles de millones de dólares en productos, seré una persona feliz

Artículo anteriorConoce el Litoral Onubense y disfruta de un día de pesca
Artículo siguienteSesión Inaugural del curso académico 2016/17

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor deje su comentario
Ingrese su nombre aquí