Desde la AIIAOC te propusimos participar en el foro que tuvo lugar el pasado 2 de mayo a las 19:00 horas y en la que participó Francisco Ferraro García, Presidente del Observatorio Económico de Andalucía.
Francisco Ferraro García (Sevilla, 1949) es catedrático jubilado de Economía Aplicada. Ha ejercido la docencia en la Universidad de Sevilla desde 1973 hasta 2010. Ha sido investigador invitado en las Universidades de Budapest, Paris y Berkeley (California).
Es autor de numerosas publicaciones sobre economía andaluza, y otras con referencias espaciales y temáticas diversas. También ha publicado más de 500 artículos de prensa, que desde 1999 los viene publicando habitualmente en los diarios del Grupo Joly.
Su actividad actual se concreta en: Presidente del Observatorio Económico de Andalucía, Consejero editorial del Grupo Joly, Director del Anuario Joly de Andalucía, Miembro del Consejo Asesor de Mediterráneo Económico y Miembro de Iniciativa Sevilla Abierta, de la que fue su primer presidente.
Con anterioridad ha realizado las siguientes funciones: Director de la Universidad Hispanoamericana Santa María de la Rábida desde 1988 hasta 1990, y Secretario General de Economía de la Junta de Andalucía desde 1990 a 1994. Como Secretario General de Economía formó parte de las siguientes instituciones: Consejo Rector del Instituto de Fomento de Andalucía, Patronato del Parque Nacional de Doñana, Consejo de Administración de la Sociedad para la Reconversión de los Fertilizantes, Consejo de Administración de la Sociedad Estatal Cartuja 93 y Centro de Empresas Riotinto (Presidente).
Ha sido fundador de: Revista de Economía Aplicada, Investigaciones Regionales y Revista de Estudios Andaluces, Miembro del Consejo Asesor del Instituto de Desarrollo Regional desde 1989 hasta 2001, Miembro del Comité Editorial del Servicio de Publicaciones de la Universidad de Sevilla desde 1997 a 2004, Miembro del Consejo Asesor para la Segunda Modernización de Andalucía (2001-2003), Miembro del Comité de Expertos del Observatorio de la Pequeña y Mediana Empresa del Ministerio de Industria, Turismo y Comercio (2005-2008), Miembro de la Junta Directiva de la Asociación Española de Ciencia Regional (2000-2008), y Vocal de la Comisión de Economía y Finanzas de la Cámara Oficial de Comercio, Industria y Navegación de Sevilla (2009-2011)
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En los últimos meses ha vuelto a resurgir el debate político sobre la convergencia económica de Andalucía con España y la Unión Europea por la publicación de nuevos datos sobre el crecimiento del PIB, que pueden soportar conclusiones de signos contradictorios. Pero más allá del interés de los partidos políticos por la utilización en su provecho de datos coyunturales, lo cierto es que desde el inicio del período democrático, aunque con algunas oscilaciones, el PIB por habitante de Andalucía sigue igual de alejado de la media española que hace 45 años, y que en los últimos 15 años nos alejamos de los valores medios de la Unión Europea. Además, esta evolución de la economía andaluza se produce a pesar de que el análisis económico prevé la convergencia regional en áreas económicas con un mismo mercado y con las mismas instituciones (como España y la Unión Europea), y a pesar también de que Andalucía ha recibido de la Unión Europea y del resto de España cuantiosas ayudas para su desarrollo en las últimas décadas.
La convergencia económica es un objetivo de gran trascendencia económica, pues el aumento del PIB por habitante mejora el nivel y la calidad de vida, aumenta el empleo, propicia más oportunidades para los jóvenes y es la base de la recaudación fiscal que permite mejorar los servicios públicos. Por tanto, la ausencia de convergencia en el medio plazo y la posibilidad de corregirla debería ser el centro de un debate andaluz riguroso y alejado de los sectarismos políticos y de las motivaciones coyunturales. El análisis económico permite analizar los factores que determinan la ausencia de convergencia y puede dar luz sobre las transformaciones que deben producirse (y sus costes) para que Andalucía pueda alcanzar un nivel de desarrollo semejante a la media europea.
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