Desde la AIIAOC te proponemos participar en el foro que tuvo lugar el pasado 10 de octubre a las 19:00 horas y en la que participará Miguel Delibes de Castro, doctor en Ciencias Biológicas por la Universidad Complutense de Madrid.
Miguel Delibes de Castro (Valladolid, 1947), doctor en Ciencias Biológicas por la Universidad
Complutense de Madrid, es profesor de investigación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).
Miembro de diversas organizaciones científicas y conservacionistas, tanto españolas como
internacionales, ha pertenecido al grupo de especialistas en nutrias de la UICN y, actualmente es miembro del grupo de especialistas en félidos. También es fundador y actual presidente de la Sociedad Española para la Conservación y Estudio de Mamíferos.
Fue asesor de la delegación española en la Conferencia de Río de Janeiro sobre Biodiversidad, celebrada en junio de 1992 (Cumbre de Río).
Autor de más de un centenar de artículos científicos, publicados en revistas especializadas, así como de libros sobre la distribución y conservación de la nutria, el lince y el quebrantahuesos en España, ha escrito también numerosas obras de divulgación sobre temas relacionados con la naturaleza. Durante tres años trabajó como redactor de la Enciclopedia Salvat de la Fauna, dirigida por Félix Rodríguez de la Fuente y traducida a más de quince idiomas.
En 2001 recibió el Premio Nacional de Medio Ambiente Félix Rodríguez de la Fuente. En 2002 obtuvo el Premio de la Junta de Castilla y León de Protección Ambiental. En 2003 recibió el Premio Jaime I de Protección del Medio Ambiente de la Generalidad Valenciana. En 2005 obtuvo el Premio Nacional Alejandro Malaspina en Ciencias y Tecnologías de los Recursos Naturales. También ha sido galardonado con el Premio del Mérito a la Conservación del WWF internacional. Medalla de Andalucía al Mérito Medioambiental en 2022.
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Situada en la desembocadura del río Guadalquivir y ocupando parte de su antiguo estuario,
Doñana destaca entre sus variados ecosistemas por ser un humedal clave en las rutas
migratorias de dos millones de aves entre África y Europa; esta riqueza faunística la convierte en el enclave único de unas 375 especies de vertebrados, siendo además uno de los últimos reductos para especies en peligro de extinción como el águila imperial o el lince ibérico.
Con su ampliación, la Reserva de la Biosfera de Doñana ha incorporado los territorios más
antiguos que rodean las marismas y arenales, donde se ubican los asentamientos humanos
con sus actividades socioeconómicas y agrosistemas tradicionales; los valores etnográficos
que estos representan constituyen, junto a los paisajes que han modelado, gran parte de su singular patrimonio cultural, fruto del ancestral proceso de colonización.
Los paisajes más reconocibles del gran ecosistema de Doñana son sus marismas fluvio-
marinas, naturales o transformadas para acuicultura y arrozales, las playas y dunas, móviles o estabilizadas sobre acantilados, así como las lagunas que salpican su amplio manto eólico litoral; se añaden a estos enclaves singulares de pinares, dehesas y arroyos, que funcionan como corredores ecológicos.El clima es Mediterráneo subhúmedo, de precipitaciones irregulares. Los suelos presentan dos tipologías poco evolucionadas en el litoral: arenosa, donde predominan los bosques de coníferas y quercíneas con matorral, y arcilloso-salina, característica de la marisma y con vocación de pastizal, y en el interior los suelos francos aptos para la agricultura. El régimen hídrico, tanto subterráneo como superficial, es básico para la conservación de este gran humedal.
La conjugación de factores tales como el Guadalquivir, la cercanía al océano, el relieve llano, las inundaciones invernales y las sequías estivales, o las más de tres mil horas anuales de insolación, propician la extraordinaria naturaleza de Doñana, tanto por sus hábitats como por las especies.
Del conjunto de la Reserva casi el 53% del territorio es espacio protegido (Parque Nacional,
Parque Natural y Red Natura), que corresponde a sus zonas núcleo y tampón donde la
actividad humana se centra en la conservación del patrimonio y los usos y aprovechamientos extensivos.