El economista y diputado por IU, Alberto Garzón Espinosa, ha estado en Sevilla para participar en el Foro “Alternativas al modelo económico español”, dentro de los Foros Diálogos por Andalucía, que organiza la Asociación Territorial de Ingenieros Industriales de Andalucía Occidental (AIIAOC).
El joven diputado, que llegó al NH Convenciones el pasado 8 de noviembre, con máxima puntualidad, ha estado explicando cuál podría ser el modelo de crecimiento económico que podría tener España. Alberto comenzó su ponencia explicando, que los españoles tienen que ser conscientes del modelo económico en el que viven, el capitalismo. “Hay que comprender la esencia de ese funcionamiento para poder entender qué ha fallado”, apuntaba Alberto.
Así mismo, explicaba que España, al igual que cualquier país capitalista, necesita tener crecimiento económico para generar empleo, ya que actualmente lo que tiene es una crisis del modelo productivo. Según Alberto, la Troika tiene claro cómo tener crecimiento económico. Su idea es tener un modelo competitivo. El objetivo no es competir contra Alemania o Francia sino, competir contra países de menos valor añadido a la hora de producir y exportar, como por ejemplo contra China o países de Europa del Este. “Vamos a ser competitivos por la vía de la mano de obra”, explicaba el joven diputado.
Es decir, la Troika tiene como objetivo devaluar la capacidad interna de España, devaluando los salarios para poder ser así competitivos. Ser competitivos para Alberto, significa que España va a poder vender sus productos al exterior y que se van a vender fácilmente. Pero para que esto ocurra, los productos españoles tienen que ser más baratos.
Para ello, la Troika, ha decidido prescindir de todo aquello que le impide poder tener los productos más baratos. Según Alberto, “a la Troika le sobran los sindicatos, porque impiden el salario bajo; la sanidad y la educación pública, porque requieren para su financiación unos determinados impuestos que repercuten en el precio”. Es en esta re-configuración del modelo de crecimiento en la que España se encuentra.
Para Alberto, el modelo deseado por la Troika tiene dos problemas, uno económico y otro social. El primer problema económico es que en el capitalismo no todos los países pueden ganar, es decir, no todos los países pueden ser exportadores netos. El segundo problema es que “es una estrategia socialmente imposible de tolerar, que un sociedad desarrollada en pleno siglo XXI, acepte devaluar su economía y sus condiciones de vida en tan poco tiempo”.
Las reformas que se están haciendo paulatinamente, hacen que la sociedad se vaya adaptando, pero a la velocidad que se están implantando provocan estallidos sociales. Estallidos, que según Alberto, son deseables para determinadas posiciones ideológicas. Para otras posiciones la única alternativa es aceptar el modelo de capitalismo tan cruel o el paro. Según Alberto, desde su posición ideológica, “es totalmente legítimo combatir ese modelo de sociedad”.
Ante la imposibilidad de que los países devalúen la moneda por el euro, la Troika plantea dos alternativas. La primera es la devaluación interna, es decir, devaluar los salarios para que los precios sean más baratos y para que así, se compren los productos españoles. Se piensa que esto, hará que las empresas vuelvan a contratar a trabajadores, “pero éstos cobrarán una miseria, aunque estén trabajando”, apunta Alberto. De ahí el dilema paro o precariedad. La segunda alternativa es una re-estructuración interna de la UE. Se trata de aceptar las diferencias entre los países y los problemas del modelo simbiótico.
Para Alberto es políticamente inviable, imaginar que países como Francia o Alemania van a proporcionar recursos para modernizar una industria española, griega o portuguesa para que compitan con sus industrias. Con lo cual, hay una tercera alternativa, que sería si no se cumplen las dos anteriores. “Esta alternativa sería la salida de las instituciones, la ruptura con la Troika y la implosión del euro”, explica Alberto. Cuando se rompe con el euro se recupera la soberanía monetaria y esto permite, por un lado; imprimir dinero, que ha sido la alternativa en anteriores crisis o por otro lado, devaluar la moneda para ser más competitivos en vez de bajar los salarios. Según Alberto, “es evidente que no es una situación fácil, sobre todo porque el principal problema de la UE son las deudas privadas”. Si se sale del euro, la deuda aumenta, con lo cual si un país sale del euro, el sistema financiero europeo quiebra.
