El pasado miércoles 25 de mayo a las 18:00h la Real Academia de Ingeniería celebró la jornada »Hacia una mejor integración socio-territorial del despliegue fotovoltaico» que tuvo lugar en Madrid, Calle del General Arrando, 38, 28010.
La jornada se celebrará de forma presencial (previa inscripción obligatoria, a través de este enlace) y ONLINE.
El Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) 2021-2030 prevé un escenario objetivo para 2030 de un parque de generación eólico de 50.333 MW, de generación solar fotovoltaica de 39.181 MW y de solar termoeléctrica de 7.303 MW. Nos planteamos cuál debe ser el modelo de desarrollo de toda esta potencia eléctrica.
La mayor parte de estos nuevos parques eólicos y fotovoltaicos se instalan en zonas rurales despobladas porque disponen de abundantes terrenos a precios más que accesibles para los promotores y porque presentan menor oposición social a este tipo de proyectos.
El interés del desarrollo renovable es evidente, pero adolece de ciertas debilidades que reclaman una reflexión objetiva y desinteresada sobre la forma en que se está llevando a cabo. Sus debilidades se manifiestan, fundamentalmente, en la aceptabilidad social de los proyectos.
En este sentido, numerosos investigadores, agentes, actores e instituciones señalan la escasa contribución de los parques energéticos al desarrollo rural. Y muchos ayuntamientos denuncian la existencia en su municipio de unos recursos, suelo, viento y sol, motivo de inversiones millonarias que no les proporcionan suficientes beneficios ni económicos ni sociales, ni territoriales, mientras producen perjuicios paisajísticos, ambientales y culturales.
La jornada que presentamos se centra en los parques fotovoltaicos, pero aplica también a los eólicos. Plantea una reflexión sobre tres notables dimensiones asociadas a su aceptabilidad, las cuales apuntan a la responsabilidad social corporativa de los promotores para su entorno más próximo, el rural, y sus problemas de desarrollo y despoblación.
La primera ponencia se refiere al diseño “agrovoltaico” como forma de afrontar la intrusión visual en el paisaje y la cultura rural, proponiendo un nuevo paisaje con señas de identidad propias y coherente con el carácter agropecuario tradicional, basado en la compatibilidad, incluso sinergia, entre el aprovechamiento energético y el agropecuario sobre el mismo terreno.
La segunda reflexión, valora el recurso natural, suelo, viento y sol, en cuanto a factor indispensable, junto a la tecnología, la inversión y la gestión, para el negocio energético, reclamando el territorio una participación equitativa en el negocio, en aras del desarrollo rural; e implicando a la responsabilidad social corporativa de las entidades promotoras.
La tercera exposición, por fin, afronta un aprovechamiento “difuso y desconcentrado”, coherente con el carácter también difuso y desconcentrado del recurso energético, sol y viento, frente a un aprovechamiento “extractivista” que concentra la producción para transportarla a los grandes y lejanos centros de consumo, y deja escaso efecto en el desarrollo rural.
Para acceder a toda la información relativa al evento, accede a la página oficial de la jornada pinchando aquí.