La historia del municipio de Niebla, en Huelva, es digna de ser destacada y reconocida. Fue reino de taifas, más tarde descendió a condado. Su historia es sangrienta, con las guerras de escisión y los avatares de lugar estratégico en tiempos de visigodos y bizantinos. Su recinto murado, uno de los más antiguos de toda Europa, se lo debe a los almorávides. Hacia el s. XII, Niebla se extendió por el Algarve.
Se estima que los ligures la fundaron, pero fue tomada por cartagineses y por romanos. Más adelante, fue dominio musulmán. Y entre los años 843 y 859 fue saqueada por los vikingos de Normandía.
Décadas después nació allí Walabonso y María, hijos un matrimonio de las dos religiones, que fueron ajusticiados en Córdoba; son los patronos de Niebla.
