Creatividad musical en Andalucía: de las marchas procesionales a las bandas sonoras

Muy pocas regiones del mundo tienen un patrimonio musical tan rico como el de Andalucía, muy identificado con la cultura y el modo de vivir de los andaluces.

La música está ligada a la dimensión creativa del ser humano, y aunque la actividad musical es la consecuencia de un proceso complejo en el que intervienen muchos protagonistas: compositores, músicos, directores…, siempre se ha relacionado la producción creadora con la individualidad.

La música ha estado ligada históricamente a ciertos rituales religiosos y civiles, evolucionando dentro de una continua adaptación a los tiempos.

En un contexto global, la música procesional andaluza, un género muy desdeñado por la musicología española, marca un punto de inflexión en la primera mitad del siglo XX a partir de su elevada carga sentimental y la inspiración de sus compositores, y se consolida como una de las músicas más consumidas por la sociedad andaluza. Más adelante, muchas de estas marchas comienzan a ser adaptadas como bandas sonoras de producciones audiovisuales…

Y a partir de estas primeras experiencias va surgiendo en Andalucía la creación de música con destino a filmaciones, y la composición y comercialización de sintonías musicales para programas y anuncios de televisión y radio, canciones a medida, himnos,… Aquí encontramos muchas sintonías que marcaron nuestra infancia y adolescencia, y que, a través de la música, nos transmiten emociones y recuerdos inolvidables.

Y así, va conformándose progresivamente una infraestructura de música de cine que compite internacionalmente en precio y calidad, y que concluye recientemente y tiene su máxima expresión en el mundo del cine con las bandas sonoras.

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