‘Internet y la Violencia de Género’

El pasado 12 de marzo tuvo lugar una nueva edición de los Foros Diálogos por Andalucía, que organiza la Asociación Territorial de Ingenieros Industriales de Andalucía Occidental. En esta ocasión se abordó el tema de Internet y la Violencia de Género a través de una perspectiva jurídica y de asistencia a las víctimas.

 

El acto fue inaugurado por Silvia Oñate, directora general de Violencia de Género y Asistencia a Víctimas, que explicó que este tema es de extrema gravedad ante el cual, no hay que bajar la guardia. Según palabras de Oñate, la violencia de género es un problema de primera magnitud, sin duda complejo, que se manifiesta en una realidad presente y que además evoluciona, se transforma y adquiere diversas formas. Un fenómeno que afecta a valores de primer orden como la libertad, la igualdad o la dignidad de la persona o el libre desarrollo de su personalidad. Por lo tanto “nos sitúa frente a nuevos retos frente a los que reflexionar y actuar de forma permanente para seguir buscando y encontrando soluciones”.
Internet y las redes sociales han introducido un nuevo paradigma en esta sociedad, que algunos teóricos empiezan a denominar ya, como sociedad en red. Hoy convivimos con términos y realidades tan cotidianas como smartphones, teléfonos inteligentes, blogs, chats, videoconferencias, redes sociales, etc; que si bien suponen nuevos canales de comunicación y de relación; que nos abren nuevas posibilidades y oportunidades; también pueden ser elementos de riesgo. Empezamos a familiarizarnos con términos como delitos telemáticos, suplantación de identidades en las redes, grooming, acoso a menores, ciberbulling, acoso psicológico o sextorisión.

 

Francisco Manuel Gutiérrez, magistrado titular del Juzgado de Violencia sobre la mujer, indicó que hay tres grandes supuestos en cuanto al uso indebido de la tecnología: el apoderamiento de contraseñas, apoderamiento de documentos personales y difundir imágenes íntimas, ya sean fotografías o vídeos.
Dentro de la futura reforma del código penal se incluirán medidas cautelares frente al “acoso cibernético”, es decir, los supuestos de acecho a través de la red, el uso indebido de datos personales, difusión de imágenes o grabaciones de la víctima que se hayan obtenido con su consentimiento, pero luego son divulgadas contra su voluntad, lesionando gravemente su intimidad; y la manipulación de dispositivos electrónicos. Según Gutiérrez es difícil luchar, instruir y acreditar este tipo de violencia porque se realiza de forma anónima a través de un aparato electrónico del que no se sabe quién está detrás y porque “no existe un servicio de control específico dentro de un órgano judicial”. A veces “no hay una dedicación adecuada para poder investigar a fondo este tipo de situaciones”, aclaró el magistrado.

 

 

Por su parte, Sandra Millán, psicóloga y responsable de equipo en el Servicio de Asistencia a la Víctima en Andalucía de Sevilla (SAVA); subrayó la idea de que internet ha expuesto las vidas privadas a nuevas posibilidades de violencia, a diversas expresiones de violencia social online, especialmente, entre las mujeres más jóvenes, que son las que más tienen acceso a las nuevas tecnologías.
Millán explicó que hay que tener especial cuidado con las fotografías o mensajes comprometidos o eróticos, que se envían a parejas, ya que posteriormente, una vez que se finaliza una relación sentimental, se pueden dar casos de sextorsión, es decir, chantajes.
Así expuso la idea de que la violencia a través de las redes sociales puede llegar a ser un juego psicológico que tiene implicaciones muy serias para la víctima. “Es violencia porque está afectando la integridad moral y emocional de la mujer que en determinado momento se paraliza, no denuncia y queda expuesta ante la sociedad”.

Denunciar una agresión, física o digital en este caso, es el primer paso para plantarle cara a la violencia de género. Una violencia que, con las nuevas tecnologías, también se ha extendido a la red, lo que ha hecho saltar las alarmas.
Tanto si se sufre acoso en la edad adulta, como si se detecta que una menor o adolescente lo está sufriendo, además de denunciarlo “es importante no destruir ninguna prueba, por muy comprometidas que resulten”. Frente a un agresor virtual debe reaccionar toda la comunidad de esa red social castigando, sancionando y suspendiéndolo.
Para la responsable de SAVA, “la prevención es la principal forma de protección y hay algunas medidas de seguridad prácticas que deberían ser universales”; como empezar por bloquear con contraseñas dispositivos móviles, tablets y ordenadores; así como instalar un software antivirus en los dispositivos electrónicos, especialmente en los teléfonos y tablets, para proteger mejor cualquier información confidencial que se tenga guardada.

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